Consejos clave para alcanzar el confort ambiental
El confort ambiental es un concepto subjetivo que expresa el bienestar físico y psicológico del individuo cuándo las condiciones de temperatura, humedad y movimiento del aire son favorables a la actividad que desarrolla.
El calor es una declaración de la energía producida por el movimiento molecular que provoca la subida de las temperaturas, la fundición de sólidos, la evaporación de líquidos y la dilatación de cuerpos. La sensación ante una elevación de temperatura se mide teniendo en cuenta dos magnitudes: la intensidad y la cantidad de calor.
- La Intensidad de calor está vinculada con la velocidad del movimiento molecular, se determinan parámetros comparativos al medirla, para poder establecer el grado de calor o temperatura. Por ejemplo, un cuerpo con gran velocidad molecular tendrá más temperatura o nivel/grado de calor que otro.
- La cantidad de calor de un cuerpo es el resultado de las energías térmicas de todas las moléculas que lo componen, su contenido total de calor. Respecto a la unidad de calor, el calor sensible es el agregado de dicha energía provoca un aumento de la temperatura, a ese estado calórico cuya variación de nivel puede determinarse mediante un termómetro. Sin embargo, el calor latente cuando se está materializando un cambio de estado físico, el agregado de energía no origina variación de temperatura.
- La Humedad correcta ofrece una sensación de bienestar ambiental. La alteración de la humedad, por encima o por abajo, provoca un cambio de sensación térmica. La humedad relativa influye en nuestro confort térmico porque determina nuestra percepción térmica.
Mantener una buena ventilación es posible por la renovación constante del aire que se respira en el interior de un recinto. Por ello, la limpieza del mismo eliminando las concentraciones de polvo, partículas en suspensión, humo, gases, condensaciones y malos olores pueden resultar molestos e incluso perjudiciales para la salud de los trabajadores.
La instalación de bioclimatización evaporativa es la alternativa a los ventiladores, siendo mejor opción con un consumo mínimo energético. Consiste en el enfriamiento del aire cuando circula en contacto sobre una masa de agua, se evapora reduciendo su temperatura y aumentando la humedad del aire, sin variación energética.
La bioclimatización evaporativa imita ese proceso natural proporcionando una brisa de aire fresco natural. Recoge aire caliente del exterior y lo humedece, cuando pasa por unos filtros empapados en agua, consiguiendo enfriar el aire que impulsa fresco al interior del recinto con una reducción de temperatura de hasta 12ºC. De esta forma, el aire es natural y evacua al mismo tiempo los olores, gérmenes y polvo en suspensión al exterior por los accesos abiertos.